Estornudos, Llanto, Hipo y Eructo

Estornudos



Los bebés recién nacidos suelen estornudar sin razón aparente. Con frecuencia estornudan al exponerlos de repente a la luz.


Al estornudar despejan los orificios nasales de sustancias no deseadas.



Si tu bebé está congestionado y tiene tos o está inapetente, consultá a tu médico.

Llanto


Los bebés lloran más a partir del segundo o tercer día de vida, puesto que en los comienzos está más somnoliento y menos hambriento.

Pero tu bebé no siempre llorará por hambre. Durante nueve meses tu bebé estuvo contenido dentro tuyo. La temperatura a la que estaba expuesto era la correcta, la cantidad de alimento era el correcto, la luz o mejor dicho la falta de luz junto con los sonidos y el movimiento que disfrutaba le proporcionaban el medio ideal.



Ahora tu bebé está en el mundo exterior y es probable que por momentos se sienta solo y desprotegido. Es por eso que a veces llorará para llamarte y tenerte cerca. Simplemente necesita sentir tu calor y tu olor.

No temas malcriar a tu bebé al responder de inmediato a su llanto; de esta manera crearás un vínculo basado en la comprensión y ayudarás a que se sienta seguro de si mismo brindándole seguridad. No te desanimes si los comienzos son difíciles; de a poco aprenderás a reconocer los distintos llantos de tu bebé. 

Hipo



En muchos casos los bebés tienen hipo después de comer. Esto se debe a que han tragado mucho aire. No es para alarmarse, sólo les durará de cinco a diez minutos. Podés intentar que eructe, ofrecele un poco más de leche o el chupete para apresurar su conclusión.

Eructo



Al eructar, el bebé libera el aire que haya tragado al llorar o comer.



Si el bebé traga mucho aire al comer, se sentirá satisfecho y perderá interés en la leche. Al eructar eliminará el aire y de este modo seguirá comiendo un poco más. Para hacerlo colocá a tu bebé contra tu pecho en posición vertical o sentado sobre tu falda sosteniéndole el mentón con tu mano. En ambos casos palmeale suavemente la espalda por debajo de las costillas durante dos o tres minutos.


Si no eructa intentá acostarlo sobre su pancita por unos minutos y volvé a levantarlo. Por lo general esto hace que las burbujas de aire cambien de posición y salgan.



En ciertas ocasiones los bebés no necesitan eructar (muchos bebés que toman pecho no tragan aire al comer). Así que no te desesperes si no eructa luego de intentarlo por varios minutos.



En ciertos casos algunos bebés necesitan eructar antes de comer, especialmente si lloraron por un rato.